miércoles, 12 de septiembre de 2012

VENGO DEL INFIERNO




VENGO DEL INFIERNO


Vengo del Infierno
y traigo las tormentas de la mentira
con el granizo del miedo.
Viene conmigo, todo un museo
de cuadros pintados con sangre
y de tapices de piel de esclavo
rojos,amarillos,blancos y negros.

Vengo del Infierno
y llevo puesto un collar de ahorcado
y una pulsera béllamente entrelazada
con los casquillos de bala,
de una docena de fusilados

Aun resuenan en mis oidos
como los ecos de un lamento,
los aullidos de dolor de los torturados
y los gritos de llamada,de los desaparecidos.

Vengo del Infierno
y las llamas estaban apagadas.
La brigada de bomberos pirómanos
sólo por pura maldad,
bailaban la danza de la lluvia
para que no enrojecieran las brasas.
Todos con el cuerpo lleno de costras,
al caer sobre ellos nubes de lluvia ácida

Vengo del Infierno
y hedía a olores de santos,
donde un enorme botafumeiro,
dispersaba con su balanceo
un perfume nebuloso
de azufre e incienso mezclados

Vengo del Infierno.
Ciego de ver tanta estrella mutilada.
Sordo por el restallar sádico del látigo.
Mudo ante la corrupción de los versos.
Cansado del aletear de hachas y espadas.
Asqueado de ver comentar riendo desde el mismo palco,
a Dios y el Demonio entre burlas y carcajadas.

Vengo del Infierno y antes de salir
les he escupido a los dos mi alma a la cara.






VENGO DEL INFIERNO


Vengo del Infierno
y traigo las tormentas de la mentira
con el granizo del miedo.
Viene conmigo, todo un museo
de cuadros pintados con sangre
y de tapices de piel de esclavo
rojos,amarillos,blancos y negros.

Vengo del Infierno
y llevo puesto un collar de ahorcado
y una pulsera béllamente entrelazada
con los casquillos de bala,
de una docena de fusilados

Aun resuenan en mis oidos
como los ecos de un lamento,
los aullidos de dolor de los torturados
y los gritos de llamada,de los desaparecidos.

Vengo del Infierno
y las llamas estaban apagadas.
La brigada de bomberos pirómanos
sólo por pura maldad,
bailaban la danza de la lluvia
para que no enrojecieran las brasas.
Todos con el cuerpo lleno de costras,
al caer sobre ellos nubes de lluvia ácida

Vengo del Infierno
y hedía a olores de santos,
donde un enorme botafumeiro,
dispersaba con su balanceo
un perfume nebuloso
de azufre e incienso mezclados

Vengo del Infierno.
Ciego de ver tanta estrella mutilada.
Sordo por el restallar sádico del látigo.
Mudo ante la corrupción de los versos.
Cansado del aletear de hachas y espadas.
Asqueado de ver comentar riendo desde el mismo palco,
a Dios y el Demonio entre burlas y carcajadas.

Vengo del Infierno y antes de salir
les he escupido a los dos mi alma a la cara.

domingo, 9 de septiembre de 2012

MUERTE EL PASTOR






MUERTE EL PASTOR
(Nueva versión) ---Para Mahmud Darwin

Nos encontramos en un bar
cerca del cementerio.
Nos habiamos puesto en contacto